Un libro fundamental para comprender el mundo en que nos
encontramos. Un mundo en el que, contra toda percepción tradicional, el tiempo
no existe. Con una gran elegancia, fruto del profundo conocimiento de la física
teórica, así como de un grandísimo humanismo vital (elementos que, cuando
convergen en un científico, lo convierten además en un grandísimo divulgador),
Rovelli nos explica de forma llana y sencilla, sin necesidad de profundos conocimientos
físicos o matemáticos, la estructura interna de aquello a lo que llamamos tiempo,
para saber que es único, que depende del
observador, que tiene dinámica propia, y que nada implica que fluya, necesariamente,
hacia “adelante”. El autor nos acerca a
un concepto local del tiempo, pequeñas singularidades en las que podemos
entenderlo de la manera tradicional como mejor forma de acercarnos a él, pero
sin que deje de ser una entidad estratificada, de difícil aprehensión que,
aunque nos parezca presente es, realmente, memoria y anticipación. Una pequeña
obra que tiene como principal conclusión, no tanto entender el tiempo, sino
darnos cuenta que el mundo es un constructo basado en nuestra limitada experiencia
y que la verdad que subyace es infinitamente más compleja y desconcertante, sin
que por ello deje de tener sentido nuestra experiencia vital.

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