Si una novela es, en gran medida,
su argumento, “Pepa Niebla” refrenda esta máxima. Las memorias de Jaime Gades
narran una vida, la del protagonista, marcada por el recuerdo que tiene de su madre,
quien se convierte en un referente obsesivo que altera las relaciones con todas
las mujeres que se cruzan en su vida. Huyendo de sus recuerdos, el protagonista
se refugia en sí mismo creando un mundo a su medida destinado a exorcizar sus
obsesiones. A medio camino entre la novela psicológica y la de intriga, “Pepa
Niebla” tiene ingredientes para enganchar al lector: trama, ritmo, ambientación….,
a excepción del lenguaje, con un estilo chapado a la antigua, en algunos casos,
hasta decimonónico, merecedor de una revisión formal que llevase la novela a la
altura que podría alcanzar con, incluso, un gran potencial cinematográfico. Sin embargo, ciertas expresiones en los
diálogos, así como algunas descripciones personales y ambientales, remiten a un pasado literario formal que rebaja el nivel general de la obra. Con todo, una lectura
interesante. Con tan buen argumento, la imaginación puede hacer el resto.
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