Parafraseando el título de la obra, la historia de los visigodos que presenta José Soto Chica, es una historia furiosa, vertiginosa, y atrevida... Una centelleante obra que, a pesar de su amplísima documentación y detallado trabajo historiográfico, consigue convertirse en una narración de ritmo novelesco, trepidante, que aporta luz sobre uno de los momentos más críticos de la historia de Europa y del mundo: las migraciones bárbaras y la caída de la Roma occidental en una lenta agonía en la que los bárbaros fueron actores principales, tanto defendiendo Roma, como atacándola. José Soto rastrea el origen de los visigodos en la lejana Escandinavia, y va siguiendo su huella a través de las sucesivas oleadas migratorias hasta los confines del imperio en los Balcanes. Ora aliadas, ora enfrentadas, las fuerzas de los diferentes pueblos bárbaros y las de una Roma que lucha desesperadamente por sobrevivir, se enfrentan en míticas batallas, como Adrianópolis, y se integran formando una única realidad en la que hay romanos y bárbaros a ambos lados de la frontera. La pujanza de las tribus que, acuciadas por la necesidad y empujadas por su deseo de medrar, acabarán por configurarse como un pueblo novedoso que, con ciertos tintes de desamor, en el fondo quiere, quiere ser romano. Y esa es una de las principales aportaciones de esta gran monografía: poner el foco en un pueblo tradicionalmente olvidado, desdibujado y reconocer en él al gran protagonista de la historia tardoantigua y protomedieval, convirtiéndoles en los verdaderos sucesores de Roma, casi tanto como los herederos oficiales, Bizancio. Así, los visigodos asumirán la herencia romana y, interpretando su mandato como federados, mantendrán viva la llama del imperio, adoptarán sus modelos y se romanizarán creando un reino deslumbrante, rico en tradiciones, legislación, política y arte. Sus códigos legales, sus ciudades de nueva planta, su arte... todo retrotrae a Roma, su gran referente. Los visigodos que nos descubre José Soto, son Roma con diferentes formas y sólo caerán cuando fruto de esa furia interna, dejen de mirar hacia adelante y se expongan al mismo y postrer error de Roma, las luchas internas. Como una tormenta procedente de otro Dios furioso, sucumbirán a la fuerza del Islam que, ahora sí, acabará con la presencia romana, bizantina en oriente, visigótica en Occidente. Un libro esencial para comprender la historia de Europa que deja de ser una la sucesión de etapas inconexas de antaño y se evidencia como lo que fue, un magma político y cultural en el que el tradicionalmente nebuloso reino visigodos, pasa a ser estrella rutilante y protagonista, con la forma de un reino poderoso, el de Toledo, brillante y esplendoroso. Un epílogo romano de gran altura.
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