viernes, 16 de octubre de 2015

“Arquetipos. Edvard Much”. Museo Thyssen-Bornemisza.

No deja indiferente la muestra de Munch que, bajo el título de “Arquetipos” recorre los miedos del hombre, verdaderos protagonistas de su obra. Artista multidisciplinar (óleos, litografías, xilografías, pasteles..), a caballo entre el simbolismo y el expresionismo, sus trabajos hunden sus raíces en la profundidad consciente de sus protagonistas que interpelan directamente al espectadora a través de su mirada. Sus máscaras, más que caras, reflejan los sentimientos atávicos que les atormentan; sólo su expresión importa, no hay nada tras ellas. Ni siquiera el amor exorciza sus miedos; personajes que al unirse en un beso pierden su individualidad, se muestran contenidos o dan la espalda al espectador, ocultando sus miedos. Para Munch la vida es un camino de inquietudes que acaba en la tumba; tan sólo la muerte libera a sus personajes de sus angustias y les aporta paz, una paz indefinida, ante un más allá del que duda, y que, no obstante, sirve en tanto que libera definitivamente al hombre de la melancolía, el pánico, los celos. Con todo, su obra muestra facetas que llaman al optimismo; obras vitalistas y coloristas, en las que se conjura la esperanza de no verlo todo perdido. Excepcional paisajista, intrépido colorista, dibujante de trazo rápido y seguro, gran pintor de desnudos, trasluce en todos sus cuadros una gran preocupación por el ser humano, desde un sentimiento de inferioridad vital ante los devastadores sentimientos que pueblan la mente.

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