“Si no salvamos los
clásicos y la escuela, los clásicos y la escuela no podrán salvarnos”. Con ese
presupuesto básico y rotundo, Nuccio Ordine diserta sobre el valor de la
cultura, lo que debemos a los clásicos y los problemas en la sociedad derivados
de la baja calidad de la educación, la necesidad de una escuela que enseñe a
pensar y no a repetir, y el papel que en ella han de tener los profesores, los
buenos profesores. Y para ilustrarlo, Ordine presenta una recopilación de
pequeños fragmentos de grandes y pequeñas obras de la literatura clásica que,
diseccionados, ilustran su afirmación. Fragmentos de Platón, Montesquieu,
Exúpery, Gracián, Cervantes, Tolstoi, Balzac, Zweig, Cavafis, Calvino… que, sin
pretender ser obras maestras sí lo son clásicas, en tanto en cuanto que no
envejecen y aportan visiones extraordinarias para la vida. Una obra manejable,
no erudita, pero sí elegante, que refleja las ideas de su autor sobre el amor, el
esfuerzo, la política… Cada fragmento es acompaña de un análisis muy personal y
una máxima que resume sus ideas. Una biblioteca, en fin, ideal para enfrentarse
a tiempos turbulentos en los que el valor de la cultura y la educación se han
relativizado hasta casi hacerlos desaparecer, pero que se revelan como la tabla
de salvación de nuestra civilización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario