Nórdica, editorial exquisita por
antonomasia, tiene un objetivo no declarado. Buscar pequeñas joyas literarias
y, de manera continuada, envolverlas con exquisitez y hacerlas llegar al gran
público. Objetivo conseguido. En esta ocasión presenta la historia del Sr.
Buggage y su inefable colaboradora, la señorita Tottle, quienes viven de los
libros y a pesar de los libros (¿eso explica su final?). No se trata de
metaliteratura, no es un cuento de libreros ni de libros, aunque haya libros. La
historia tiene el formato de cuento, un pequeño cuento, canónico, con una trama
sencilla, y un desenlace aleccionador, al estilo clásico. Sin más pretensiones
y sin más trascendencia. En realidad, más que una joya literaria, se queda en
bisutería, entretiene y poco más. Sin embargo, el envoltorio es sobresaliente.
Una cuidadísima edición en tapa dura, y unas acertadas ilustraciones, estilo cómic, de Federico
Delicado, con más mensaje que el que refleja su aparente sencillez (nótense las
pelucas vegetales, o la confrontación entre los vigilantes gatos u las sombras
de los protagonistas), que permiten recuperar la tradición formal de los
cuentos de antaño, en un revival por relato corto que merece la pena ser
apoyado. Nórdica lo hace, y con acierto.
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