Conjunto de relatos centrados en
las relaciones afectivas, que la autora recorre a lo largo de toda su posible
geografía: encuentros, traiciones, abandonos, recuerdos, pasión, embeleso…. Como
todas las obras de Puértolas, se mezcla la sencillez del lenguaje con la
profundidad de los sentimientos, llevando al lector a un mundo extremadamente
real, cotidiano y posible. Todas las historias (madres e hijas, amantes, amores
juveniles…) son historias excepcionales y a la vez cercanas, las historias que
cada uno podría haber vivido o haber oído contar a un familiar o amigo. Soledad
Puértolas tiene el mérito de sublimar la normalidad a través del lenguaje
permitiendo al lector vivir dentro de sus obras, quizás como espectador, como
ella, pero compartiendo su pasión tranquila. No es de extrañar que tras la
lectura de cada uno de los relatos, lo mejor que se pueda hacer es, como con el
buen vino, dejarlo decantarse, rememorarlo, vivirlo y sentirlo. Libro, pues,
para lectura sosegada, para disfrutar.
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