domingo, 23 de abril de 2017

Sustituyan “el príncipe” y “los súbditos” por ”el jefe” y “los empleados” o cualquier otra relación similar y, salvo el estilo, tendrán un manual de gestión de liderazgo plenamente vigente, y es que, aunque surgido de los conflictos en las señorías italianas del Renacimiento, “El Príncipe” nace de la observación de la condición humana y ésta, por lo que se ve, no ha cambiado tanto desde entonces. La actualidad de la obra es total y sus preceptos podrían ser aplicables hoy en día. Muchos cursos de management de escuelas de negocios seguro que han tenido en él una fuente de inspiración: el ataque o golpe preventivo, la gestión por el miedo, debilitar permanentemente al rival potencial... son prácticas que se ven continuamente en la lucha política, económica y empresarial. Nada nuevo. Incluso el estilo de jefatura (“.. el Príncipe necesita ser medio bestia y medio hombre..”), o el tratamiento general de la sociedad por los mandatarios o los líderes de comunicación (“.. el vulgo se deja cautivar por la apariencia y el éxito, y en el mundo no hay más que vulgo..”) son plenamente actuales. ¿debe ser así?, obviamente no, pero el que sea una obra aplicable a la realidad de hoy en día, debería hacernos reflexionar  al respecto. Quizás ese es su mayor valor en el siglo XXI.

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