En esta novela corta y
apasionante, Bouillard relata cómo vivió el pueblo la jornada de la toma de la
Bastilla, fecha emblemática de la Francia republicana. Utiliza un estilo
periodístico para tomar algo de distancia y narrar la secuencia de hechos, con
pulcritud, con fidelidad y con una gran objetividad, sin por ello dejar al lado
la emotividad, la intrusión de historias personales que humanizan el
acontecimiento. De lectura fácil, permite una aproximación sugerente a un
momento clave de la Historia, resaltando los detalles, las pequeñas
intrahistorias que transforman los grandes titulares históricos, en pequeños
relatos creíbles, locales, a veces íntimos mostrándonos como, a partir de los
pequeños detalles, se construyen los grandes hechos; como a partir de personas
vulgares e insignificantes, se créanlos grandes mitos de la historia colectiva.
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