Dentro de las bellas obras escritas por
Murakami, destaca Kafka en la orilla, una novela sobre la juventud, sus
valores y anhelos, que debe contarse entre las dos o tres mejores obras novelas
del eterno candidato al Nobel. Kafka en la orilla cuenta la historia de
un joven que, huyendo de su pasado, se escapa de casa, llevado por un anhelo de
libertad, guiado por el hombre cuervo (que no es otro que su yo interior), en
busca de sí mismo. Es una novela de iniciación a la vida, donde todos los
grandes temas, salen a la palestra: el amor, la libertad, el sexo, el sentido
de la vida, la amistad, el enfrentamiento a la muerte.. Los personajes, como
siempre en Murakami, amables, sencillos en las formas y profundos en la
reflexión, se alternan entre el plano real y el simbólico, como hiciera
magistralmente el autor en la muerte del comendador) Un libro, como es
habitual, profundamente culto, donde la música y la literatura son parte de la
trama argumental, y el marco en el que se mueve una soberbia galería de personajes
que rodean al protagonista, Kafka Kamura. Todos ellos son a su vez,
protagonistas de sus propias historias, y no son en absoluto personajes
accesorios, son claves en la trama, cada uno a su manera, como lo son todas las
personas en la vida: desde un cazador de gatos a un camionero, pasando por un
bibliotecario. La abrumadora presencia de la naturaleza, propia de la
literatura japonesa, permite que las historias, aun fantásticas, se vislumbren en
el marco de la naturalidad, haciendo que los mitos clásicos convivan con los
actuales, en un viaje iniciático que, como en Tokio Blues, marca el paso
de la adolescencia a la madurez.
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