“Balbino. Un rapaz de aldea. Coma quen
di, un ninguen. E ademáis, pobre”. Así
comienza, en su versión original, el libro gallego más editado, un clásico de
la literatura tradicional, libro de uso en la escuela para el aprendizaje del
gallego y para el aprendizaje, además, de un modo de vida, el del rural, a
través de los ojos de un niño, Balbino, que quiere ser mayor, que vive en la
aldea, y que en se asoma al mundo para conocer la emigración, la muerte, las
clases sociales, pero también la vida, los amigos, el bosque, los animales. Un
libro entrañable y preciosista, que se une a la tradición de Eduardo Blanco
Amor y de Wenceslao Fernández Flórez para narrarnos un modo de vida ya
desaparecido en el que los valores eran otros, los paisajes eran otros, las
personas eran otros. Balbino es pequeño, nervioso e inquieto, y quiere conocer
el mundo y la vida, y no lo comprende desde sus ojos infantiles. Se pregunta muchas
cosas, y las respuestas no siempre les satisfacen, pero escucha y absorbe todo,
y nos lo cuenta y transmite, con candidez y, a la vez, crudeza, de forma
tierna, directa y sensible. Una visión a otra época, en la que as cosas eran
más sencillas, más duras e intensas, pero verdaderas.
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