Aunque queda lejos de la altura de sus obras
clásicas, en “Cinco esquinas” Mario Vargas Llosa traba una novela entretenida,
que refleja la situación de Perú en la época de Fujimori y Montesinos. Recrea
un ambiente de libertades coartadas, tanto políticas, como sociales; se
desarrollan varias tramas, todas ellas convergentes, todas ellas autónomas, que
analizan distintos aspectos de la sociedad del momento: el periodismo amarillo,
las finanzas corruptas, la sexualidad prohibida, la violencia de Estado… Sabido es el posicionamiento político de Mario
Vargas Llosa, y su beligerancia contra el populismo fujimorista; sin embargo,
no se hace excesivo hincapié en el aspecto político y, aunque constituyendo el
trasfondo obligado de la trama, el autor no se centra en él y busca ahondar más
en la personalidad de sus protagonistas, incluidos los políticos a los que, sin
llegar a despolitizarlos, nos permite verlos desde una vertiente humana, no por
ello plácida. Galería coral de protagonistas, son los femeninos los que mayor
mérito poseen, una novedad en el autor, siendo trazados con seguridad y
consistencia, con perfiles nítidos y creíbles. A destacar la riqueza del
lenguaje y la expresión, dos de los grandes atributos de Vargas Llosa y que, en
esta ocasión, destacan sobremanera, ofreciendo un producto formalmente muy
elaborado. Es, en fin, una novela recomendable, que cubre todos los requisitos para un buen relato: autor conocido, lectura fácil, trama entretenida, toques de intriga y erotismo... en fin, todo aquello que el oficio establece para una lectura fácil y agradable, pero son llegar a ser un gran hito en la carrera del autor.
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