Las
convulsiones en Oriente Medio no son nuevas, y las conflictivas relaciones
entre Islam y Occidente tampoco. La relectura de este libro fundamental, aporta
luz a las raíces de muchos sucesos de actualidad. No los justifica, pero
permite entenderlos desde una óptica distinta. Los análisis occidentales sobre
la situación a menudo obvian elementos fundamentales de la misma. Amin Maalouf
no es un autor sospechoso de complacerse con la militancia en ningún bando,
antes bien, por su origen libanés, cristiano y con una educación a caballo
entre dos formas de ver el mundo, se convierte en un referente ineludible para
la comprensión del problema y la búsqueda de la paz en un contexto de
tolerancia. Si algo deja claro su libro (y toda su obra) es que la violencia
engendra violencia, y que los pueblos, más allá de sus dirigentes y sus
religiones siempre quieren la paz. La visión “desde el otro lado” del enorme
choque cultural que las Cruzadas supusieron, permite abrirnos los ojos sobre lo
que la presencia del occidente cristiano supuso en la región, con su traumática
irrupción en el equilibrio de poderes de la zona, y con el uso tergiversado de
los mensajes religiosos convirtiéndolos en bandera del fanatismo, y en máscara
de los deseos de riqueza y poder de los príncipes. Ese ejemplo, por desgracia,
fructificó y se repite en los extremismos actuales. Nunca más oportuna y
vigente la cita de Abu-Ala al Maari, poeta y librepensador muerto en 1057 quien
dijo: “Los habitantes de la tierra se dividen en dos, los que tienen cerebro
pero no religión, y los que tienen religión pero no cerebro”. Su mensaje,
habitualmente malentendido, es un claro llamamiento al entendimiento entre los
hombres. Posiblemente el mensaje sería hoy el mismo. Posiblemente, seguiría sin
comprenderse.
martes, 12 de enero de 2016
lunes, 11 de enero de 2016
“Rip van Winkle”. Washington Irving. Centellas.
Este pequeño cuento es una de las
obras más populares de Irving en su país. Cuenta la historia de un hombre que,
durante una excursión por las montañas que bordean el río Hudson, pierde la
noción del tiempo recuperándola años más tarde, cuando ninguno de sus conocidos
vive, e incluso el país ha dejado de ser la colonia británica y se ha
convertido en la república americana. Se encuadra en algunos de los términos
del paradigma de la narración romántica, tanto en su temática (la naturaleza en
estado salvaje, la magia que atesoran los bosques umbríos y sus personajes, el
paso del tiempo como obsesión.o.), como en su técnica y estructura (el narrador
de la leyenda, la estructura a modo de cuento..) Esta pequeña obra refleja bien
aspectos claves de toda la producción de Irving: su maestría descriptiva de
ambientes y paisajes, su interés por las leyendas, el sutil tono humorístico,
que constituirán precedentes en otros autores posteriores tan diferentes como
James o incluso Lovecraft. De lectura amena y sencilla, constituye un buen
entretenimiento para una tarde de lectura.
domingo, 10 de enero de 2016
“La figura de la alfombra”. Henry James. Impedimenta.
Magnífico
relato del imprescindible Henry James, sobre la percepción de la literatura. Un
suspense (no terrorífico) mantenido a lo largo de toda la obra lleva al lector
a preguntarse sobre las razones últimas de la escritura, su espontaneidad, la
percepción de la misma y, quizás, sobre los oficios del crítico y escritor. Con
su habitual maestría y sutil sentido del humor, esta agradable obra entra
dentro de las temáticas preferidas de James y su tiempo: la creación artística
y la percepción externa de la misma, con evidentes paralelos en otros títulos
del autor como “Historia de una oibra
maestra” , o “La lección del maestro”. A mi juicio lo mejor del estilo de
James se manifiesta en las obras de contraste entre las sociedades americana y
europea; esta, sin embargo, viene a ser un divertimento,
un pequeño juego que, con maestría y destreza, atrapa y arrastra al lector,
que se siente un personaje más, un trasunto del narrador, que desea conocer “el
secreto” de la creación literaria, buscando la respuesta hasta la última
página. Como siempre que se lee a James, no decepciona.
sábado, 9 de enero de 2016
“Samarcanda”. Amin Maalouf. Alianza Cuatro.
“Mi único sueño, mi
única ambición, es tener algún día un observatorio, con un jardín de rosas y
contemplar el cielo hasta perderme en él, con una copa en la mano y una hermosa
mujer a mi lado”. Estas palabras, que el autor pone en boca de Omar Jayyam, bien
podrían ser una declaración de principios, el resumen su planteamiento vital,
su filosofía de vida. Omar Jayyam fue la gran personalidad cultural de Persia
en los siglos XI y XII. Médico, astrólogo, matemático, físico, poeta, realizó
aportaciones fundamentales a estas disciplinas, desde fijar el canon poético
sufí con sus cuartetas (rubbaiyat),
hasta ser el precursor de la geometría no euclidiana. Tachado de impío por los
sectores más extremistas de su época, a su lado se revelan las fuertes contradicciones
de su época: desde el intento de desarrollar un despotismo ilustrado por el
visir Nizan el Moluk, al extremismo integrista de Hassan Sabbah, fundador de la
secta de los Asesinos. Con este delicioso libro, de estilo cálido, dulce y
sumamente poético, el libanés Amin Maalouf nos acerca, no sólo a la figura de
Omar Jayyám, personalidad trascendental de la cultura persa, sino a algunas de
las claves necesarias para comprender el convulso oriente medio actual: la
fratricida y secular guerra civil que vive el Islam, el fanatismo, la pasión
por la vida, la opresión colonialista… Maalouf, autor, a caballo entre Oriente y Occidente emplea la
figura de Jayyam, y sus ecos en la Persia del siglo XIX, para disertar sobre
los extremismos, que constituyen el germen de muchos de los problemas de hoy en
día. Howard Baskerville, americano que luchó en la revolución constitucional
iraní de inicios del siglo XX y personaje de la novela, ya lo anticipó: “Tengo la profunda impresión, en este
comienzo de siglo [XX], de que si Oriente no consigue despertarse, pronto
Occidente no podrá dormir jamás”. La novela, que se articula en torno al manuscrito
de las célebres cuartetas de Omar Jayyam, es un canto al amor, la vida y la
paz.
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