sábado, 13 de agosto de 2016

“Muerte en la rectoría”. Michael Innes. Siruela

El aire profundamente british de las universidades británicas (elitista, sapiencial, y excluyente) es perfectamente recreado (y, en cierto modo, ridiculizado) por Michael Innes, un autor desconocido del gran público, y que se adentra en el mundo de la novela detectivesca inglesa de inicios del siglo XX donde, con diferentes matices, Christie, Chesterton y otros, marcaron hitos. La historia es, también, un clásico del género: el asesinato encapsulado, escenarios sin posibilidad de entrada y salida, donde las respuestas deben buscarse, y encontrarse, interiormente. Aunque la trama es algo confusa por las continuas interacciones entre protagonistas, y la obsesiva recreación de las agendas de cada protagonista, la resolución es ingeniosa y cumple con el que debería ser el principal mandamiento de la literatura policíaca: lector y protagonista reciben la información al mismo tiempo, y así, el lector puede implicarse en la trama y no limitarse a observarla. Este defecto, habitual en las novelas de Christie, marca el límite entre el mero entretenimiento y el interés. A destacar la excelencia recreadora, que corresponde, como no podía ser de otra forma, a quien ha vivido el mundo que describe; y la solidez del detective Appleby, que sin grandes alardes, casi con discreción, se convierte en un personaje tremendamente sólido. Todo un éxito el de Siruela, el de incorporar a Innes en su catálogo.

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