martes, 29 de marzo de 2016

“El señor Penumbra y su librería 24 horas abierta”. Robin Sloan. Rocabolsillo.


A caballo entre la novela juvenil de aventuras y la novela de intriga, la librería del Señor Penumbra parece un libro fallido, al que el pulso se le quiebra en el último tercio. Parte de una trama interesante y sugerente: una librería antigua, con clientes misteriosos y libros cifrados que esconden un antiguo secreto. La ambientación es interesante, y la dicotomía entre iniciados analógicos y descifradores digitales, parece prometer. Sin embargo, no resuelve bien, y la novela se convierte en cuento, ya decididamente juvenil, con pretensiones filosófico literarias (la amistad, un libro para cada momento, etc…), pero tremendamente vagas y etéreas. Está bien para pasar el rato, es un libro entretenido, de fácil lectura y que, incluso, aporta cierto barniz informativo sobre la tipografía  y los inicios de la imprenta, pero se echa de menos un desenlace a la altura del planteamiento y trama iniciales. Transmite cierto amor por los libros, aunque uno no sabe si como reliquia o como almacén de conocimiento, en todo caso subordinado al mundo tecnológico. En definitiva, no resulta ser más que entretenida novela de intriga en el entorno de los libros, nada más.

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