Viaje en autobús es una radiografía de la España de la primera
mitad del siglo, un país rural, provinciano y tecnológicamente atrasado, pero
en el que costumbres sanas por la comida (cuando la había), la tertulia en el
casino (quien podía), o la contemplación de la Naturaleza (esa “ciega,
repugnante violenta, guerrera., desordenada y atroz Naturaleza”), constituían
parte esencial del ser humano. Libro de viajes, pero más parecido a un Viaje a la Alcarria que a un vuelo barato actual; libro costumbrista
y emocional, al estilo de El bosque
animado, no deja indiferente al lector. Refleja la actualidad de una España
que ya no existe, con diferentes ansias, e inquietudes y quizás, por ello,
puede considerarse un libro actual, una verdadera guía para los amantes del
movimientos slow, que encontrarán
perfectas ideas para un estilo de vida, lugares, comidas y aficiones, poco habituales
hoy en día. Con un excepcional dominio del lenguaje y un tono mordaz, socarrón
y al tiempo alegre, chestertoniano,
es el libro ideal para iniciarse en Pla y, como no, como libro de viajes, una
perfecta introducción a la Cataluña rural, tan española a pesar de todo. Y es
que libros como este nos ofrecen múltiples lecturas y entre ellas que los pueblos
no son tan diferentes y que las pretendidas singularidades no son más que visiones
cortas; como dice el autor: “No hay nada como alejarse un poco para curarse de
la psicosis de la proximidad, de la deformación de la proximidad, del que todos
estamos atacados”.
sábado, 29 de julio de 2017
viernes, 28 de julio de 2017
“Anglada Camarasa. 1871-1959”. Caixa Fórum. Sevilla (04/03/17-20/08/17)
El
impresionismo español, por causas difíciles de comprender, nunca ha sido
suficientemente valorado y ha estado, casi siempre, opacado por el canónico
francés. Autores como Haes, Regoyos o Beruete, se encuentran, sin embargo,
entre lo más granado del género a nivel internacional. Y si los impresionistas
lo valen, ¿qué decir de nuestros postimpresionistas?. Aquellos autores que
siguiendo la estela de los pioneros, añadieron a sus formas, su experiencia
internacional, y las aportaciones que las vanguardias, a inicios de siglo,
comenzaban a ofrecer. Dentro de este grupo Anglada Camarasa merece un lugar de
honor. Si bien podría considerarse formalmente uno más por su temática, colorido y luz mediterráneos, tan típicos
de nuestros autores, la explosión de color de su obra la hace merecedora de un
lugar destacado. Y a ella, se añade el conjunto de influencias que, procedentes
del simbolismo, naturalismo, purismo… bañan sus cuadros y encuentran acomodo en
una pintura personalísima y modernísima, nada encasillada, singular. Así, el influjo de autores tan diferentes como
Klimt o Zuloaga, es perceptible, y sin embargo, la coherencia de su obra es
total. Esta muestra, de la Caixa, muy completa, constituye una excepcional
aproximación a la obra de Camarasa y un loable esfuerzo divulgativo, en la
línea del programa expositivo de la
Fundación en Sevilla, llamado a marcar un
hito en el panorama cultural andaluz.
miércoles, 26 de julio de 2017
"La colección invisible". Stephan Zweig. José J. de Olañeta, Ed.
Stephan Zweig nunca decepciona. Ya sea en novela, cuento o biografía, tiene la capacidad de generar empatía con sus protagonistas. Seres que siempre se mueven cerca del abismo (reflejo de su propia experiencia existencial) pero con una enorme ternura (reflejo de su presumible bondad innata). No se puede decir que sea un optimista, la amargura de su tiempo se refleja en todas sus obras; pero, con todo, es un innegable defensor del ser humano, de la persona noble que siempre surge entre la miseria moral. Zweig siempre deja un motivo para la esperanza. En este pequeño cuento, su protagonista, un coleccionista de arte ciego que vivió mejores tiempos, se aferra a su realidad como válvula de escape para su triste situación . Toda una metáfora de una Europa a la deriva. En su forma de ver la vida, como en el cuento, a pesar de la bondad de los protagonistas, no hay futuro posible y el engaño lo domina todo. Sin embargo el autor nos da la solución para protegerse de "las bajezas de este mundo", la ilusión, vivir engañado, como medio de escape de la realidad. ¿Decepcionante?. No, realista al estilo Zweig.
lunes, 24 de julio de 2017
“La evidencia de las imágenes”. E.H. Gombrich. Sans Soleil
Gombrich es un erudito, y lo demuestra. Este
volumen recoge dos ensayos del afamado autor británico, referidos a la relación
entre la obra del arte y el espectador, a la interpretación que éste hace de lo
que percibe, de las imágenes. En la primera parte, el autor recurre a su
capacidad dialéctica para disertar acerca de los mecanismos que el hombre pone
en juego cuando observa una obra de arte, y el tipo de asociaciones que
condicionan dicha relación. Efectivamente, es un texto de alta erudición en la
forma y en el fondo, pero destinado a la mayor gloria de su autor. Al leerlo
uno se pregunta si este tipo de textos son necesarios o si, realmente, realizan
aportaciones significativas en la
materia. El mero hecho de plantearlo, y más sobre un autor tan afamado como
Gombrich puede parecer políticamente incorrecto, pero esta rama de la historia
del arte parece que olvida a las obras en sí y se regocija consigo misma, como
si se tratase de una metainterpretación en la que el arte se convierte en la
muleta necesaria para exponer teorías, ora fisiológicas, ora psicológicas, que
muchas veces parecen completamente ajenas al simple hecho de observar, ver y
leer la obra. Toda percepción sensorial implica
interpretación, y a partir de ahí, sobran muchas explicaciones. La segunda
parte es mucho más entretenida. Tomando
como soporte una obra de El Bosco, el Tríptico
de la Epifanía, la erudición, ahora sí, se pone al servicio del conocimiento
y permite explicar detalles que al público general pasarían inadvertidos. En este
caso sí que se aprecia el gran esfuerzo del autor en, a través de sus vastos
conocimientos, propiciar lecturas que faciliten la interpretación de la obra de
arte porque, cuando ésta tiene un evidente carácter narrativo (¿cuál no?) narra
un episodio, y en un autor tan complejo como El Bosco, un gran simbolista, la
erudición sí puede y debe acudir en ayuda del observador para acompañarle en el
disfrute y conocimiento de la obra de arte. En este caso, la erudición no es un
fin por sí misma, sino un sólido apoyo para el disfrute máximo en la
contemplación artística.
domingo, 23 de julio de 2017
“La formación de Inglaterra”. Isaac Asimov. Alianza Editorial
No puede negar, ni esconder, Isaac Asimov su vertiente
más divulgativa en la colección que, titulada Historia Universal Asimov, narra la historia política de algunos de
los grandes imperios y naciones. Efectivamente, es su Historia, en tanto en cuanto que, a falta de un fondo de
riguroso análisis historiográfico, nos presenta historias deterministas,
basadas en una concepción muy anglosajona, casi providencialista, en la que los
hechos confirman las tendencias. Y sí, es una historia política, que se centra en la secuencia de gobernantes, sus relaciones internas y
externas, y poco o nada se aprecia del contexto, que no deja de ser un barniz
para los auténticos conformadores de la evolución de las naciones, los hombres que
las rigen. Es pues, un libro de escasa enjundia histórica. Sin embargo, y ello
no hay que ocultarlo, este libro bebe de otra de las grandes tradiciones
anglosajonas, la capacidad divulgativa, su sencillez narrativa, su carácter
ameno. Es una historia que se lee como una novela, y eso, es un acierto. El
lector, al final, no podrá hablar mucho de la sociedad, la economía, la
demografía, la cultura de las diferentes épocas, pero sí tendrá una noción
clara de la secuencia de estructuras políticas que desde la presencia de las primeras
tribus célticas, y pasando por romanos, sajones, y normandos, llevaron a configurar, tras la
caída del imperio angevino, la base de lo que es la Inglaterra moderna.
lunes, 10 de julio de 2017
“Sorolla. Un jardín para pintar”. Caixa Fórum. Sevilla (05/07/17-15/10/17)
El Caixa Forum de Sevilla constituye un marco
incomparable y, a la vez, un perfecto contrapunto para el tema central de la
exposición sobre Sorolla: ”Un jardín
para pintar”. No es el Sorolla clásico, del gran público. Se trata de un Sorolla
intimista, de pequeños y rápidos cuadros abocetados, que reflejan un proceso creativo, pero no el de su
pintura, sino el de un jardín “el jardín del pintor”, un elemento imprescindible
de todo artista de la Naturaleza, como
era Sorolla. La exposición constituye un recorrido, a través de la pintura, por
los tres jardines que el pintor construyó en su residencia madrileña, y explica
como plasmó en ellos todo su conocimiento y pasión por las plantas, los azulejos,
el agua… todos los elementos del jardín de tradición hispánica están representados…
y su espíritu: lugares para estar, conversar, y vivir. Una exposición que
merece la pena verse, porque más allá de la pintura, está lo pintado como
interpretación de lo vivido, y la vida, en Sorolla, es luz y color.
domingo, 9 de julio de 2017
“La colección invisible”. Stephan Zweig. José J. de Olañeta
La colección Centellas trae este
pequeño cuento de Stephan Zweig, un autor imprescindible Para la literatura
europea, no solo de inicios del siglo XX, sino actual. Su análisis psicológico
de la sociedad europea de su tiempo, es tan certero y fresco, que es perfectamente
adoptable en la actualidad. Con un estilo formalmente exquisito, Zweig en toda
su producción (novela, biografía, cuentos, teatro) no hace sino indagar en la
conformación de la sociedad a través de personajes plenamente humanos, repletos
de las virtudes y carencias propias de su entorno, al que representan. En los
escritos de Zweig, el verdadero protagonista, es colectivo. En este caso la
sociedad es retratada a través de un viejo coleccionista de arte quien, ciego,
no es consciente de que su mundo ha dejado de existir, y vive alejado de la
realidad. Una realidad, la de la crisis de la Alemania de entreguerras, que
forjaría el tremendo desastre que Zweig vaticinó y del que huyó
permanentemente. La pobreza de un país derrotado, la sensación de pérdida de
valores, el irremediable anclaje en el pasado como si de un salvavidas se tratase.
Todo ello rodea al protagonista, quien se aferra a su inexistente colección
como forma de anclar sus valores en medio de tanta desolación, sin darse cuenta
de que su mundo, el mundo, había ya
cambiado y, por desgracia, a peor.
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