El afán divulgador de Carl Sagan le llevó a la escritura de esta inclasificable novela, madre de una gran película homónima. Todo el universo de Carl Sagan (la astronomía, el humanismo, la crítica a las religiones, la búsqueda de vida extraterrestre...) se despliegan en esta historia en la que el protagonista es un mensaje llegado de una galaxia cercana que permite a la humanidad saber que no está sola, que el universo es inmenso, que la vida bulle por todos lados y que el camino es largo y no ha hecho más que empezar. Fiel a su filosofía de la tierra como una pequeña mota azul en el espacio, Sagan transmite a través de esta historia la magnificencia del espacio, la pequeñez y fragilidad de la Tierra, la trascendencia que supone la idea de un universo que supera toda comprensión. De intensa e interesante lectura para todo aficionado a la astronomía, no es una novela fácilmente abordable: el mensaje prima sobre la trama, la literatura se ve condicionada por la necesidad expositiva y aleccionadora, la exposición técnica sobrepasa a la descripción de protagonistas y situaciones. La adaptación cinematográfica, mucho más digerible para el lector medio, mejora notablemente el valor recreativo de la novela, con una trama más definida, protagonistas nítidos, y un final que, si bien es más holliwoodiense, no decepciona. Una curiosidad interesante para los fans de Sagan.
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