Exquisito relato de Zweig en el que
cuenta la historia de un prestigioso coleccionista de láminas que, ciego, no es
consciente de que su colección ha sido ya vendida por su mujer e hija para
poder subsistir. Él, anclado en sus recuerdos, acaricia sus tesoros sin darse
cuenta de que ya no están ahí. Esa colección invisible es a la vez su sustento
espiritual y el recuerdo de una pasión que llegó a ser obsesiva generando su
propia ruina. La delicadeza, elegancia y profundidad humanista de Zweig, como
siempre, aflora en los relatos breves, y esta sí, es visible para el lector,
que no puede dejar de sentir la angustia que reprimen sus personajes ante la
posibilidad de que el engaño se revele.
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