Los tres pequeños relatos que conforman
este volumen reflejan el más puro estilo de la gran escritora judía. Personajes
dramáticos pero dignos, lenguaje puro y sencillo pero contundente; situaciones triviales
pero intensas, hacen de las tres situaciones, tres ambientes, tres historias
únicas llamadas a remover los sentimientos del lector. La literatura de Nemirovsky
no deja indiferente, llama a la reflexión sobre el destino, las pasiones, los
comportamientos, y a la empatía con sus personajes que, llevados por la fortuna
podrían ser cualesquiera de nosotros. Y eso la convierte en una prosa
profundamente humana y, por ello, cercana.
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