El filósofo Julián Marías, conocedor de
primera mano del origen, desarrollo y fin de la guerra civil, hace una breve
crónica de los hechos marcada por el espanto de ver como los hechos se
desarrollaban movidos por una inercia demencial. De carácter pacifista y, por
vocación, reflexivo, se pregunta por qué una sociedad como la española se
precipitó en un sinsentido movida por el rencor, los odios ancestrales, la envidia…
los pecados capitales de la sociedad española. Una potente llamada de atención
ante quienes fuerzan los antagonismos en la creencia de que forzar la división
y el enfrentamiento es tan sólo una herramienta política y sin ser consciente
de que puede desencadenar mecanismos ocultos, incontrolables, que desencadenen
el horror.
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