La primera novela
de la saga del trébol presenta las credenciales de la inspectora Annika Kaunda,
una policía de origen namibio, residente en Mérida. En su primer caso se enfrenta
a una compleja trama en la que se mezclan explotaciones sexuales, industria
farmacéutica y dramas familiares del pasado. Con este sugerente cóctel, Susana
Martín consigue crear un original personaje, Annika, solvente, creíble y normal, al tiempo que una novela de
capital de provincias, sin artificios innecesarios, muy bien ambientada y de muy
agradable lectura. Su aparente sencillez se pone al servicio de la trama y de
los personajes para crear una obra diferente y personal dentro del género
policíaco, con un evidente toque femenino, que lo renueva y moderniza.
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