Coherente con su título, esta obra aborda
de una forma académica pero muy superficial, concisa y divulgativa, la historia
de lo que ahora llamamos Países Bajos, desde a Prehistoria al momento actual.
Un libro plano que, al margen de por el deber de ser conciso, no profundiza en
algunos de los elementos claves de la historia de un país que sigue buscando su
identidad: el calvinismo radical, la intolerancia hacia sus vecinos y
conciudadanos del sur, la gestión de la esclavitud….Escrito de parte, sin
embargo, es bastante ecuánime y no abunda en tópicos históricos que, aunque se
encuentren entre sus mitos fundacionales, reflejan luces y sombras del país. La
obra nos muestra un pequeño país, que alejado a de su siglo del oro político,
comercial y cultural, se enfrenta al dilema de ser una república monárquica,
una identidad cada vez más diluida, y la necesidad de encontrar su posición en
una Europa multilateral en la que vive más de su pasada grandeza, que de las
luces (bien explicadas) actuales.
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