La segunda novela
de la serie “la iniquidad” es el ejemplo, el paradigma definitivo de la novela
negra ibérica. En un pequeño pueblo la vida en la posguerra gira en torno a las
fuerzas vivas. La calma, impuesta, tapa los grandes dramas y miserias de su
población. La fuerza de la sangre, el clamor de las entrañas, anida en todos y
cada uno de sus vecinos: dese el jefe falangista, al camarero de la cantina, su
compañero maquis, el viajante de comercio… y cerca, la vía del tren como
promesa de salida a un mundo mejor. Las dobles vidas de todos, sus amores,
celos y envidias, son magistralmente presentados por Ravelo, que en un esfuerzo
de contención, logra acercar las vidas de todos los personajes al clímax final
en el que, como si de una catarsis se tratase, todo explota y ocurre lo que debe
ocurrir. Todo es previsible y no por ello, menos inesperado. Intensa, desgarradora
y visceral, una auténtica joya del género.
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