Murakami
es un autor especializado en crear personajes aparentemente sencillos pero con
una intensa vida interior. Intensa no por su agitación o sus vaivenes emocionales,
sino por sus reflexiones cabales y normales que, precisamente por eso, conectan
con el lector. Un personaje de Murakami puede ser cualquiera, nos representan,
y eso es precisamente uno de sus mayores atractivos, al que une su excelente
prosa, ambientación, el sólido aporte cultural de fondo, etc… Este pequeño
cuento no es una excepción: presenta la historia (aparentemente inconclusa) de
una camarera que, el día de su cumpleaños, conoce a alguien que le hace un
regalo inesperado y magnífico. Y sin entrar en el detalle del regalo, lo que
hace Murakami es regalarnos con una reflexión personal, autobiográfica, a continuación
del cuento pero sin ser parte de el, sobre el mismo tema, el regalo de la vida,
la fidelidad a uno mismo, el compromiso de todos con nosotros mismos. Una vez
más, una joya del que ya está tardando en ser galardonado con el Nobel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario