Hay
mucho debate sobre cual de los dos London literario es el mejor: si el que
narra las aventuras de Alaska o los mares del Sur, o bien el London socialista,
que escribe cuentos para denunciar la situación sociopolítica. Este cuento se
inscribe en el segundo grupo, planteando una situación imposible, casi
grotesca, que emplea como palanca de reflexión. Asesinatos y lucha por el poder
en torno a una suerte de secta de poderosos cuyo único objetivo es mantener su
supremacía entre las bambalinas de la sociedad. Con una buena adaptación
televisiva en España, el libro desmerece al mejor London, al que busca la épica
en la lucha con la Naturaleza, la magnificencia en sus paisajes, la nobleza en
sus habitantes. Al mejor London, sin duda, hay que buscarlo en Alaska.
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