domingo, 13 de octubre de 2024

“Una biblioteca de verano”. Mary Ann Clark Brewer. Periférica

 


Acabada la Segunda Guerra Mundial, la narradora de la historia (y protagonista de la misma, entrelazando su vida con la de la propia escritora), que ha perdido a sus padres, se desplaza al pequeño pueblo francés donde vivió de niña, a recuperar la biblioteca local, destruida por los alemanes. Su misión: transmitir el amor por los libros que le transmitió su tío Marcel y, de paso, lograr que sus vecinos conozcan a sus clásicos, hacerlos parte de su vida. Poco a poco, los vecinos se acercan y las vidas de las que son protagonistas entretejen presente con el pasado; y de las páginas de los libros, surgen secretos, antiguas historias, relaciones ocultas que se entrelazan con la vida de la propia bibliotecaria, su presente e incluso su futuro, en un mundo convulso en el que el amor, la guerra y la violencia, acaban marcando el ritmo de las personas.


“En el café de la juventud perdida”. Patrick Modiano. Anagrama

 


Louki, la hija de una trabajadora del Moulin Rouge, es una asidua del café Condé, en el París de los años 60, donde poetas, artistas y bohemios, todos ellos con sensación de trascendencia maldita, se reúnen en busca de su propia identidad. Todos adoran a Louki, pero apenas algunos la conocen. Todos tienen una historia que contar y, de hecho, la cuentan, y todas se entrelazan en torno a Louki, la enigmática joven objeto de deseo físico, intelectual o social de los allí presentes. Una bella novela en la que las historias, la memoria, la melancolía, el deseo, la belleza, la amistad, se entrecruzan mostrando la complejidad poliédrica la vida. Una novela de adolescencia, de recuerdos, de añoranzas, en la que la juventud, esa ansia adolescente, se antoja una sustancia imposible de aprehender; perdida, se recuerda; agostada, se mantiene en la memoria.


“Blancura”. Jon Fosse. Random House

 


Una tarde anodina. Un sentimiento de no hacer ni querer nada, de vagar sin necesidad, pero sin remedio, sin dirección ni sentido, pero empujado por un sentimiento interno, por una llamada indefinida y a descubrir. Un trayecto aparentemente aleatorio y errático al que el destino hace finalizas en una pista forestal. Los copos caen, y con ellos la noche, y todo queda sumergido en la blancura. Hay que volver, no hay rastro ni forma de hacerlo, es necesaria ayuda, y en medio de la blancura en la negritud de la noche, el protagonista se adentra en lo desconocido. Buscando un rumbo y un sentido que también es el de su propia vida. Y en la lucha por recuperar el camino, que es, finalmente, una lucha por la vida, figuras en el horizonte, recuerdos y frío, nieve. Con este planteamiento Jon Fosse crea un vibrante e intenso pequeño relato, bellamente escrito, que obliga a reflexionar sobre la soledad, el sentido de la vida y el rumbo al que nos obligan nuestras decisiones, por nimias que sean.