sábado, 24 de noviembre de 2018

“Miguel de Cervantes. La conquista de la ironía”. Jordi Gracia. Taurus

Resultado de imagen de La conquista de la ironíaSin haber leído toco el corpus científico sobre la vida de Cervantes, la biografía literaria de Jordi Gracia, no puede sino ser de las mejores. Desde el acercamiento al personaje, pero no sólo al escritor, sino al ser humano, se busca la conexión vital con toda su obra, y se nos presenta al autor de “El Quijote” como un auténtico profesional de la escritura, un autor consciente de  mismo y, sobre todo, de lo que su obra supuso en su momento, del revolucionario cambio que el conjunto de su creación provocó en la literatura. Cervantes, hombre de letras, pero al mismo tiempo, hombre de su tiempo, emerge del pasado y se instala aquí y ahora, como un hombre optimista, moderno, reflexivo y, sobre todo, inteligente, clarividente acerca de su capacidad y talento, creador de un nuevo género y padre de un estilo sencillo, destinado al público, muy comercial, y al tiempo culto y elegante, capaz de ser sometido a varios niveles de lectura. Esa modernidad, tan pegada al terreno y, al tiempo, tan diferente, si no le permitió alcanzar tanta gloria en vida como su gran antagonista, Lope, sí le situó en el camino de la inmortalidad y la fama imperecedera, como corresponde a los grandes innovadores, en la forma y en el fondo. El Cervantes de Jordi Gracia es un personaje que hubiera triunfado en cualquier momento, por su fidelidad a  mismo y a un concepto literario imperecedero. Y todo esto, además de mérito del propio Cervantes, lo es del autor de esta maravillosa obra, que gusta ser leída y que, en sí, es un gran trabajo literario. No sólo se nos revela Jordi gracia como un gran investigador y erudito sino como un gran escritor, que traslada la ironía de Cervantes al siglo XXI, tanto en el fondo, como en la forma. Una obra que, en definitiva, está a la altura que merece el autor de El Quijote. 

“El rey recibe”. Eduardo Mendoza. Seix Barral.

Resultado de imagen de el rey recibe“El rey recibe” cuenta la historia de un plumilla, Rufo Batalla, al que las circunstancias llevan a vivir una alocada carrera profesional en la que, de la mano de un príncipe exiliado, van desarrollándose los principales hechos de la España de los últimos cincuenta años. Fiel al estilo de Mendoza, el protagonista es un antihéroe sencillo y humano, que no controla las situaciones, pero que es capaza de sobrevivir a las mismas, de una forma estrambótica y alocada, no tanto como otros personales de Mendoza, pero si con la misma carga de ternura y bonhomía. No es una novela de tesis, ni siquiera histórica, es más el recuerdo emocional de tiempos pasados a través de un protagonista que se abre al mundo, que quiere vivir nuevas experiencias, con un irrefrenable deseo de poner luz y color en su vida, frente a la gris atonía del tardofranquismo.

“Vuelo nocturno”. Antoine de Saint-Exupéry. Anaya

La fama de “El Principito” eclipsó gran parte de la obra literaria de su autor quien escribió pequeñas obras maestras como este “Vuelo nocturno”, que aborda los inicios del correo aerotransportado nocturno en sudamérica, tema muy cercano a la experiencia de Saint-Exupéry. Un relato corto que aborda una historia muy sencilla: la lucha de un piloto de correo que lucha contra los elementos, pelea titánica en la que, empequeñecido por la que se vislumbra como una descomunal tarea, al tiempo le eleva como un gigante pues la afronta desde una perspectiva épicaimposible, heroica y desesperada. Y mientras lucha el hombre con la tormenta, en la vigilia de la espera, dos personajes sacralizan su batalla desde tierra (metafórica y realmente): por un lado, su joven y angustiada esposa, que presiente el trágico desenlace; por otro el jefe del servicio, quien responde del mismo, una apuesta descabellada, que afronta en solitario, y para el que sólo cabe el éxito, o el fracaso En torno a ese trío se desarrolla una novela de un gran lirismo, con bellísimas escenas de alta intensidad dramática y profundas reflexiones en las que los protagonistas, cada uno a su manera, se enfrentan a sí mismos. Una novela que debe ser leída, y que refleja, al mismo tiempo, las profundas inquietudes que enmarcan toda la obra de Saint Exupery: la soledad en sus múltiples vertientes, el heroísmo y la épica interior que nos acompaña a cada uno de nosotros.

"EL asirio". Nicholas Guild. Planeta

La vida de Tiglath Assur, el personaje que no existió pero bien pudo hacerlo, hijo de Senaquerib, rey de Assur es, posiblemente, la mejor recreación de ficción de la vida en la Asiria del siglo VII a.C. Un relato creíble, con una ambientación rigurosa y que, lejos de estereotipos, refleja lo que la historia y la arqueología nos han enseñado de los asirios en su último momento de grandeza: su voluntad imperial, sus prácticas crueles, su religión y sociedad, su forma de vida. Para ello, el autor ha creado un personaje fascinante, hijo secundario de un gran rey quien, a través de su cursus honorum, asciende en el escalafón de la familia real hasta tocar la corona. Entre medias, los elementos propios de cualquier novela: acción, amor, e intriga, que no llegan a desvirtuar el resultado final. Si hay personajes con luces y sombras, lo son al servicio del relato, y no al revés. Una novela entretenida y educativa, con un estilo propio de un best seller, sin que ello suponga un descrédito. Atractiva y sugerente, es una elección segura para los amantes del género. 

domingo, 4 de noviembre de 2018

“Una columna de fuego”. Ken Follet. Plaza y Janés.


Una columna de fuego (Spanish-language edition of A Column of Fire) by Ken Follett“Los pilares de la Tierra”, primera parte de la trilogía que cierra “Una columna de fuego” fue un libro notable. Supuso una verdadera revolución en la novela histórica, en un momento álgido del género, y supo atrapar a miles de lectores que descubrieron algunos de los fundamentos de la vida monacal, la arquitectura medieval, y la sociedad de la época. “Una columna de fuego” no es una digna sucesora del original. Sí se trata de un best seller, una novela entretenida, sin dificultades, que combina acción, romance e intriga, pero no es una novela histórica. Es una novela que se desarrolla en la historia y en la que el autor, amparándose en el prestigio ganado en obras anteriores, transmite una imagen de la época sumamente manipulada y maniqueísta, tanto que llega al esperpento en algunos de sus pasajes. Cuando un autor quiere hacer novela histórica divulgativa, debería tener en cuenta que posiblemente parte del público considere verdades algunas de las cuestiones planteadas y en tal caso, hay que pasar del oficio de escritor al de historiador; si no se hace, se corre el riesgo de caer en la desinformación o en la manipulación. Los personajes buenos (ingleses protestantes tolerantes a los que les duelen los enfrentamientos y todo lo hacen con amplitud de miras), son buenísimos y compendian todas las virtudes, mientras que los personajes malos (los católicos europeos, bajos, zafios, tenebrosos, míseros y deleznables), son malísimos y un concentrado de maldades. Ese es el resumen histórico de la novela. Sí, puede alegarse que es ficción, pero aunque ese alegato sea legítimo, ¿no merecería la pena haber dado un paso más y hacer algo de historia?. Libro entretenido, sin más. Y de histórico, lo justito.

viernes, 19 de octubre de 2018

“Los senderos del mar”. María Belmonte. Acantilado.

Dice María Belmonte que “a fuerza de recorrer senderos, se desarrolla una capacidad de transformar el mundo en un espacio nuevo, sorprendente y maravilloso”, y en la guía de su viaje a través de la costa vasca, consigue que esa capacidad transformadora, esa forma de ver el mundo, se traslada, a través del libro, al lector. María hace buena una de las mejores cualidades de un buen libro, transportar al lector a un paisaje, en este caso no inventado, en el que se integra para vivirlo. La buena literatura es así, mágica, transformadora, y evocadora, y sin duda, la autora logra trasladarnos y hacernos vivir sus experiencias, transmitirnos los olores del mar y los bosques, los colores de alboradas y crepúsculos, el suave frescor de la brisa, incluso la dureza del camino cuando se vuelve cuesta arriba. Pero además, nos cuenta las historias de los lugares, las conversaciones con sus gentes y, como en toda buena literatura de viajes, nos aporta más información que la meramente sensorial, enriqueciendo la experiencia de la lectura; y como en toda buena literatura de viajes, al final, nos queda la sensación de que el trayecto se nos ha hecho corto y que deseamos, sin duda, recorrerlo por nosotros mismos. 

“El Gran Meaulnes”. Alain Fournier. Anaya.


Muchos son los adjetivos con los que se podría calificar esta excepcional novela de Fournier: mítica, reveladora, onírica, simbólica, bella, sugerente... Más allá de una historia de amor juvenil, es una reflexión sobre los sueños de juventud, la formación sentimental, la realidad y la vida. Novela aparentemente dirigida a un público juvenil, es un clásico que se puede releer en cualquier momento, pues su capacidad de evocación se mantiene en el tiempo. Sus paisajes, sus acciones, su contenido casi mágico, la búsqueda del Dominio perdido, se convierten en una aventura que trasciende a los personajes y hace partícipes a los lectores. La suavidad con que discurre la trama, la belleza de los paisajes invernales, la sencilla vida rústica, el poder de los sentimientos que se expresan, y sobre todo, la sensación de realismo que provoca una historia con alto contenido biográfico, la hacen del lector, y siendo del lector, entran en su caudal de sentimientos y sensaciones. Por ello es difícil de olvidar, por eso siempre se vuelve a ella. Un libro para recordar antiguas emociones, siempre moderno, siempre de actualidad, porque habla de sentimientos sencillos y puros, magistralmente descritos; a lo que se une la edición de la mítica colección “tus libros”, de Anaya, que tanto hizo por la iniciación a la lectura, con sus documentadas ediciones que aportaban siempre una doble lectura y fomentaban el ansia por saber y explorar. Una auténtica delicia. 

“¿Por qué corre Sammy?”. Budd Schulberg. Acantilado.


Sammy siempre va corriendo, siempre quiere llegar lejos, es un oportunista, sabe encontrar su sitio, y en esa carrera hacia el éxito, nada le para. Sabe que es lo que tiene que hacer y todos cuantos están a su alrededor se preguntan “¿Por qué corre Sammy?”. Una excepcional novela que recrea a la perfección el mundo del periodismo y, sobre todo, de la industria del cine en los años 40; una selva en la que no necesariamente el más fuerte, pero sí el más listo, tiene todas las papeletas para triunfar. Y ese chico listo es Sammy quien, de alguna forma, busca la felicidad que se le negó de joven. Y ese recorrido, desde el presente al pasado atravesando el triunfo, es el que hace el lector, y uno de los grandes aciertos del libro, es su capacidad para mostrar progresivamente el por qué de la velocidad de Sammy, descubriendo que no es una carrera para llegar, sino para huir.  La deliciosa escritura, en un estilo que nos recuerda vagamente a Dashiell Hammet, con sus antihéroes, su lenguaje canallesco, su conocimiento de las míseras humanas, nos trae como regalo un gran personaje femenino, Kit, la luz que brilla entre las tinieblas de un mundo oscuro y competitivo, un gran personaje para la literatura, mujer fuerte, idealista, de gran personalidad, que constituye el contrapunto perfecto al personaje de Al, el narrador y observador de la continua carrera de Sammy. Un libro para disfrutar.