lunes, 22 de abril de 2019

“El pequeño libro de la teoría de cuerdas” Steven S. Gubser. Crítica-Drakontos

Resultado de imagen de el pequeño libro de la teoría de cuerdas pdfCuerdasbranastaquiones, agujeros negros, aceleradores, espacios n-dimensionales… todos los elementos y conceptos de las fronteras de la física se dan cita en esta breve pero intensa obra, que trata de acercar al lector interesado los últimos avances y teorías que pretenden explicar “el todo”. El propio autor advierte que no es empresa fácil y, además, ya previene indicando que, como teoría, no está probada. A pesar de ello, para quien se muestre interesado, quien quiera desafiar la certeza de lo obvio y adentrarse en el mundo de lo infinitamente pequeño y las fuerzas que lo gobiernan, este manual le permitirá tener una idea muy ajustada de todo lo que ahora mismo constituye el mayor desafío de la física, no ya de partículas, sino de lo que hay más allá: las cuerdas. No es un libro fácil. A pesar de anunciarse como tal no es un libro tipo de divulgación, y no tanto por su desarrollo o traducción, sino por la inevitable complejidad e inaprensibilidad de la materia que trata. Hay que tener unos conocimientos algo más que básicos de física, para poder sacarle jugo, a pesar de que el autor ha optado por evitar terminología escabrosa o desarrollos matemáticos de última generación. Con todo, sigue siendo un libro difícil, y lo es porque hay un límite al conocimiento y a la divulgación e, igual que la teoría de las cuerdas sobrepasa los límites de la física convencional de partículas, su explicación, su conocimiento, su entendimiento, sobrepasan los límites del entendimiento medio o convencional. A pesar de todo y, ahora sí, precisamente por el esfuerzo de autor y su traductor, lo que para los iniciados puede aportar esta obra es la percepción del tremendo universo de fuerzas, partículas, dimensiones… que subyacen bajo la materia que conocemos. Y esto precisamente hace que, aunque no se logre una comprensión absoluta, podamos quedar subyugados e incluso abrumados por la elegancia, la belleza y la complejidad de las intimidades de la materia. 

“Mala hierba”. Pío Baroja. Caro Raggio

Resultado de imagen de Mala hierba pio baroja caro reggioSegunda novela de la trilogía “La lucha por la vida”, típicamente transicional, entre el realismo naturalista de “La busca” y la políticamente comprometida “Aurora Roja”. En ésta, el protagonista, Manuel, sigue buscando su sitio entre los barrios bajos del Madrid de inicios del siglo XX. Un Madrid que, a pesar de la inmundicia, la injusticia social, la lucha por la vida, no deja de ser un lugar fascinante que Baroja describe como nadie más sabe hacerlo. Los personajes continúan creciendo, aunque actúan en gran medida como espectadores en un escenario que va anticipando el que será el desenlace final de la serie. Así, vemos las guerras entre bandas, la marginalidad, la explotación de los trabajadores, la diferencia de clases y, en definitiva, las diferentes sociedades que conviven, inmiscibles, en el mismo territorio, como si de mundos diferentes se tratase. Y así resulta ser; por un lado el mundo del arrabal, con sus propias normas y códigos y por otra la buena vida, pudiente, limpia, alejada de la pobreza, que aunque no se cita en la obra, por omisión siempre esta presente.  Con todo, y en eso se identifica el sello típicamente barojiano, esos dos mundos no llegan a estar definitivamente separados: las buenas acciones, los hombres honestos, el remordimiento ante las injusticias, … en definitiva, el espíritu de superación se nos muestra como la gran fuerza que libera al hombre y que le puede llevar a redimirse. Y es que el triunfo no es esa alta clase social que no aparece, sino que lo constituye la regeneración individual, el hombre por el hombre, como motor de una sociedad basada en la justicia y la fraternidad, el hombre del siglo XX que fundamentado en la rectitud, verdadero motor de los grandes personajes de esta trilogía, permitirás atisbar un nuevo horizonte, un renacer una aurora (roja) que habrá de liberarlo. 

“El amante”. Marguerite Duras. Círculo de Lectores

Resultado de imagen de el amante marguerite duras circulo lectoresNovela de alto contenido erótico y una fuerte componente autobiográfica, en su momento supuso un gran escándalo al abordar temas tabú en la sociedad francesa como el racismo colonial, el sexo entre diferentes razas, la doble moral de la sociedad. Completamente transgresora en el contenido, la novela también lo es en su forma, apenas dialogada, recreando la atmósfera agobiante del trópico y al tiempo, liberadora por su laxitud. Sus personajes, a modo de marionetas cuyo movimiento limitan las coordenadas espacio temporales que les ha tocado vivir, tratan de escaparse, liberarse de las ataduras que el contexto les impone. Y si es falsa la sensación de libertad que llegan a lograr, también lo son las restricciones que les atenazansiendo capaces de entrar y salir en lo que la rueda del destino les ha deparado. Una novela necesaria, evocadora, sutil, dura que recrea una historia poco conocida, pero que ayuda a explicar realidades del presente. 

“Catilinarias”. Marco Tulio Cicerón. Alianza Editorial

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Extraordinaria edición de un texto clásico, los cuatro discursos que, a mediados del siglo I a.C. el cónsul Cicerón, dio contra Catilina, el romano enemigo de Roma, y que nos retrotraen a un momento fascinante en el que la república aristocrática manda ya señales de alarma, que permiten atisbar la llegada de un nuevo orden: la dictadura de Cesar y el imperio. Como es bien sabido, y como era habitual, estos discursos fueron redactados por su autor pasados unos años de haber sido dados, cuando ya el propio Cicerón empezaba a ser un personaje marginal,  que quería recuperar el prestigio que su decisiva labor contra la conjura de Catilina supuso, reivindicándose al tiempo que notaba que su tiempo estaba pasando y que nuevos actores (o no tan nuevos, pues tanto Craso como César tuvieron una participación no del todo aclarada en la conjura) tomaban las riendas y el protagonismo en la república. A pesar de ese matiz laudatorio y justificativo, su vibrante prosa, su nervio, su tensión, permiten vivir en varias jornadas la secuencia de unos hechos que marcaron definitivamente el devenir de Roma y, con ella, del mundo occidental; un ejemplo de oratoria y, al tiempo, de acción política que, con el paso del tiempo, no pierde frescura, e incluso permite identificar reminiscencias en sucesos parecidos de tiempos recientes en los que de nuevo podría enunciarse su famoso “Quo usque tandem abutere patientia nostra?” a más de un representante político.