Vuelve Pérez Reverte con una gran novela
que recuerda a sus inicios, con aquella fantástica serie de “La tabla de Flandes”,
“El club dumas” y “La piel del tambor”, con intrigas bien urdidas, personajes
masculinos herederos directos del Marlowe de Chandler, y mujeres fatales llenas
de recovecos, sugerentes y misteriosas, profundamente intrigantes. Y vuelve el
mar, ambiente en el que el autor se siente cómodo y por el que se siente su
admiración y respeto. La historia se centra de nuevo en la Guerra Civil
española, y en un grupo de marinos que, contratados por las fuerzas nacionales,
tienen como objetivo sabotear los envíos de material de guerra soviéticos en el
mediterráneo oriental. Allí una compleja red de intereses se desarrolla en la
deslumbrante Estambul, recreada a través de sus cafetines, burdeles, y puertos,
y acompañada de unos grandioso secundarios, los agentes de las dos Españas que,
amigos, combaten en bandos diferentes, pero coinciden en lo esencial, en su amor
por su desgarrada patria. Todos los tópicos de reverte se encuentran en esta novela
que recupera la intriga, el sentido de la aventura y el exquisito hacer de
Reverte.