Obra de profundidad de Baroja que, aunque incrustada en la trilogía de Paradox, en nada tiene que ver. Aquí, el protagonista, casi un alter ego del autor, sufre una profunda crisis personal, que le lleva al camino, a ver mundo y a encontrarse a sí mismo. El hastío, los convencionalismos, el predeterminismo burgués, le provocan rechazo y busca alejarse de lo escrito (su carrera médica, su vocación artística), por una vida nueva, enérgica, que le permita salir de la postración personal y decadencia a las que parece abocado. La sordidez y el hastío deben quedar atrás, y como contraposición encentra la luz y la esperanza en los soleados cielos de levante, donde la vida sencilla le permite redimirse y renacer. El ambiente sencillo, los impulsos domados, permiten luchar por la vida alejado de la sordidez de Madrid, y del clericalismo. Novela de tesis, reivindica el individualismo, la sencillez, la naturaleza y el amor. Obra singular y personalísima de Baroja, en la que exhibe sus excelentes dotes descriptivas (léase la descripción de Yécora) y el análisis psicológico de sus personajes.
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