Alejandro
Farnesio, un soldado y noble de la Monarquía Hispánica; descendiente de papas y
emperadores, es el protagonista, no sólo de esta obra, sino de la Europa del
momento que le consideró un militar invencible. El “rayo de la guerra” administró
con eficacia los países bajos españoles en un momento en que dicha
administración, consistía, sobre todo, en gestionar una guerra compleja, en una
situación completamente convulsa. Una guerra de dimensión europea, en la que
los escasos medios, las órdenes confusas y los objetivos superiores de su rey y
señor, Felipe II, complicaron su misión, teniendo que contar para ello en no
pocas veces, con su propia iniciativa y capital. Su gran sagacidad mostrada, no
sólo en el campo de batalla (anticipándose, con eficacia, a los movimientos de
sus enemigos), sino en los despachos, ante las intrigas de envidiosos, inquina
de enemigos y continuos intentos de desestabilización, le permitieron
desarrollar su misión, en general, con alta eficacia. Fiel siempre a su señor
natural, fue uno de los mejores comandantes de las armas hispanas, surcando una
trayectoria vital digna de los mejores elogios y descripciones, plenamente
novelesca y épica: desde sus inicios en Italia, a su formación junto a los
herederos del imperio, las tensiones familiares, su pelea patrimonial y,
siempre, atento a los designios de su señor, aunque no los comprendiera ni
compartiese. Un auténtico héroe de época
y referencia ineludible del devenir de su siglo, que es presentado en esta
obra, claramente laudatoria, y bastante parcial, fruto de la admiración del
autor pero que, con todo, refleja con fidelidad y análisis detallado de hechos y
fuentes la trayectoria vital del Príncipe de Parma, al que muestra en toda su
magnitud.
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