El Amok es una enfermedad
transitoria que, desencadenada por un suceso trágico, convierte a quienes la
sufren sujetos sometidos a una salvaje tensión homicida, presos de una furia
violenta e incontenible. Este término, que fue empleado por Zweig como título de
la obra en posteriores ediciones, forma parte, de una manera engañosa, del
argumento de la novela: un médico rural en el sudeste asiático, sociópata, vive
refugiado en la espesura, a modo del Kurtz de Conrad, donde empieza a
enloquecer. Una bella mujer de la colonia occidental requiere sus servicios: le
pide le ayude abortar para alejar de sí el oprobio que supondría visibilizar
una relación extramarital. Súbitamente, el doctor queda obsesivamente prendado
de ella mujer y pretende hacerla suya. Ésta huye despavorida y él, de manera
obsesiva, la persigue incansablemente. El amok se apodera de él. En su
frenética persecución, se desencadenará un violento desenlace, impredecible que
le obligará a huir. De nuevo, como en El corazón de las tinieblas, un
narrador rememorará los hechos finales de la historia. Un universo típico de
Zweig: mujeres fuertes, dueñas de su destino, y tramas desatadas, intensas,
envuelto todo en un lenguaje formalmente exquisito, nada truculento, con una
atmósfera que atrapa al lector, y unos paisajes, tanto naturales como urbanos,
que se convierten en un personaje más. Otra pequeña obra perfecta de Zweig, uno
de los grandes maestros de los cuentos cortos.
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